Según los registros, la historia de la Obsolescencia Programada se remonta al siglo XIX. Esta empezó a implementarse años después de que T. A. Edison creara su primer bombilla con 1.500 horas de duración (1871), que luego aumentó a 2.500. Luego de ello nació, en 1924, una empresa (Cartel Phoebus) encargada de regular el comercio de la bombilla que redujo este tiempo a 1.000 horas, tiempo que no podían sobrepasar los fabricantes, ya que les significaría una multa (Tecnonauta, 2013; Media 3.14, 2014), pues no convenía que las personas dejaran de comprar un producto por ser demasiado bueno y duradero, ya que no necesitarían uno nuevo en un buen tiempo. Es así como la bombilla se convierte en el primer ejemplo de la Obsolescencia Programada.

El argumento que se da para esto se puede reducir en una (o varias) palabras: capitalismo (consumismo o producción ilimitada). Esto significa que si las cosas duran mucho tiempo, el sistema que se implantó por aquel entonces, cuando se creó la primera bombilla (1871), no prosperaría; la idea es que las personas tengan razones para seguir comprando y consumiendo (Tecnonauta, 2013). La pregunta es: ¿será tal tiempo de inutilización necesario?

Continúa explorando este sitio para ahondar más sobre la Obsolescencia Programada y su impacto en nuestra vida.

Referencias

  • Tecnonauta [Tecnonauta]. (2013, marzo 13). Obsolescencia Programada: tecnología con fecha de caducidad [archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?reload=9&v=aBDykqMv0xc
  • Media 3.14 - Article Z. [INSPIRE me]. (2014, marzo 20). ||| Documental ||| Comprar, Tirar, Comprar [archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=uGAghAZRMyU
Trabajo final para Gestión de Contenidos (2019-1). Por Mayerling Correa Hoyos
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar